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La obesidad es una condición caracterizada por la acumulación de grasa en el organismo. Actualmente se ve como el resultado final de condiciones diversas que alteran el equilibrio energético.
La incidencia de la obesidad, definida como un IMC mayo de 30, se ha incrementado en un 50% en los últimos 20 años tan solo en Estados Unidos. Por otra parte, la cantidad de niños con sobrepeso se ha duplicado.
Los riesgos para la salud a causa de la obesidad más conocidos incluyen: enfermedades cardiovasculares, diabetes, accidentes cerebrovasculares, artritis y algunos tipos de cáncer.
La obesidad ordinaria sin complicaciones por desórdenes metabólicos, neurológicos o endócrinos es generalmente considerada el resultado de comer en exceso. Pero hay otros factores como lo son: la hipersecreción tiroidea, en sujetos con insulinoma y, en ciertas ocasiones la participación de factores genéticos.
Cualquiera que sean los factores biológicos involucrados en la obesidad, son importantes los hábitos de alimentación debidos a influencias ambientales, el grado de actividad física y los aspectos psicológicos.
La conducta de comer, al igual que la mayoría de las conductas, está sujeta a modificaciones por aprendizaje. Por desgracia, muchos aspectos de la sociedad moderna, industrializada, tiende a debilitar el control fisiológico de la ingesta de alimentos. De pequeños se nos enseña a comer todo lo que hay en el plato; en realidad, a muchos niños se les premia por comerse todo lo que se les ha puesto y se les castiga si no lo hacen.
La consecuencia de éste tipo de educación puede ser que los niños se hagan menos sensibles al contenido nutritivo de sus dietas. A medida que crecemos nuestras necesidades metabólicas disminuyen; y si seguimos comiendo como lo hacíamos de pequeños, tendemos a acumular grasas.
El peso corporal es el resultado de la diferencia entre dos factores: las calorías que se consumen y la energía que se gasta.
En las sociedades comunes se dispone de comida barata, oportuna, sabrosa, rica en grasaslo que promueve un amuento en la ingesta. Los restaurantes de comida rápida están a mano, y el tamaño de las porciones que sirven ha aumentado en los últimos años.
Articulo anterior de este autor: ¿Manorexia o un canon de belleza?
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